Socializar a través de casos, cifras y experiencias, el Trastorno del Espectro Autista (TEA), compartiendo el trabajo que realizan académicos de distintas áreas de nuestra Universidad, para así aportar a la inclusión en la enseñanza formal, fue lo que buscó el seminario realizado hoy en el auditorio Óscar Hahn y que fue organizado por la Unidad de Apoyo al Aprendizaje Estudiantil (UNIA), dependiente de la Vicerrectoría Académica.

La jornada, que agrupó a un centenar de asistentes, entre académicos, estudiantes y público en general, permitió bajo el título "El Trastorno del Espectro Autista: una mirada para la Educación Superior", que tres profesionales de nuestra casa de estudios superiores, expusieran sobre este diagnóstico, la evolución de su estudio, tanto en el ámbito clínico como educativo y cuál es el rol que desempeña la UNAP, como institución pública, para aportar a la inclusión regional.

El seminario, partió con la exposición "Perspectiva clínica del TEA" que realizó el académico de la Facultad de Ciencias de la Salud, psicólogo Marcelo Gaete; quien caracterizó los elementos cognitivos que cuenta este diagnóstico.

El especialista estableció que los pacientes cuentan con un rendimiento cognitivo, muchas veces superior a la media, pero carecen de herramientas que le permitan sortear situaciones complejas, propias del diario vivir.

Indicó que, junto a un grupo de estudiantes de Psicología, elaboraron un instrumento para determinar el conocimiento del TEA que tenía un grupo de educadoras de párvulos, precisando que del universo comprendido, 51% desconocía elementos para detectar este diagnóstico, lo que representa un desafío para la configuración de políticas de enseñanza.

Precisó que, a diferencia de nuestro país, en Europa los diagnósticos diferenciales se aplican a los 24 meses de vida del menor, pudiendo así planificar un trabajo permanente en el tiempo.

Por su parte, el académico de la carrera de Fonoaudiología, Mauricio González, en su exposición "Experiencias prácticas con jóvenes autistas", concordó con la perspectiva, precisando que el estudiante puede alcanzar logros a nivel académico, pero no así en el ámbito de la adaptación, evidenciando choques ante los cambios de roles, guiados por un perfil neurosensorial que condiciona todas sus acciones.

Compartió el proyecto que desarrolló junto a estudiantes de la carrera, quienes implementaron un taller de teatro, que buscaba fomentar la socialización, la capacidad de adaptación ante cambios de roles y de ponerse en el papel de un "otro".

Verónica Muñoz, profesional del Centro de Innovación y Desarrollo Profesional Docente Universitario (Cidep), cerró esta iniciativa con la exposición "Llevando el TEA a la sala de clases", estableciendo en la presentación el marco teórico que define el Estado en políticas de inclusión, definiendo las estrategias que debe abordar el docente en el trabajo en aula con estudiantes con Necesidades Educativas Especiales (NEE), como también las adecuaciones curriculares que deben aplicarse por cada carrera, frente a un caso de TEA.