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Unapino en el MIT: "El primer paso para llegar donde estoy lo di en la Unap"

Cuando uno escucha historias de esfuerzo, de constancia, tiende a pensar sólo en el trabajo y en los frutos de éste. Sin embargo, hay personas que para cumplir sus metas, consideran como base el estudio y la formación continua. Javier González Pozo es uno de ellos y sostiene que su paso por la Facultad de Ciencias Empresariales de UNAP Santiago fue fundamental.

A sus 33 años cuenta con un colchón educativo envidiable, que lo ha llevado lejos. Tan lejos que hoy no sólo está concluyendo un MBA en Innovación y Emprendimiento en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT), sino que además, gracias a su preparación y habilidades, trabaja a cargo de cadena y suministro de Amazon en Seatlle, Estados Unidos.

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- ¿Cómo le ayudó o marcó el haber estudiado en UNAP?

Lo que a mi me gustó es que la Universidad Arturo Prat entiende lo que es trabajar y estudiar, y se amolda a eso. Segundo aspecto que me quedó con la UNAP es que los primeros pasos en cuanto a optimización los vi en la UNAP. Y posteriormente, cuando llegué a clases al MIT, me repitieron esos pasos. Me dijeron los modelos básicos son estos, y entendía toda la terminología, la base estaba ahí. Siento que ese peldaño lo subí en la UNAP.

El camino de Javier fue el siguiente: empezó estudiando Comercio Internacional en Suecia. Después cursó Ingeniería en Administración Logística en la Universidad Arturo Prat (UNAP). Pero quiso más, y se dedicó a sacar un Diplomado en Operaciones Logísticas y Gestión de Cadena de Suministro, luego un Magister de Operaciones y Gestión de Cadena de Suministro en IEDE, y ahora su MBA en el MIT.

- ¿Usted cree que la formación continua es clave para enfrentar el futuro?

Lo que necesito es saber como viene el futuro para poder adaptarme, lo que requiere que yo constantemente esté estudiando. Por eso la continuidad de estudios es elemental, es lo que le da a uno las herramientas para poder entender lo que viene, uno necesita una cierta base, una cierta educación para poder entender ciertos términos. Y yo puedo decir con bastante certeza que en la UNAP da esa base. Hoy para entrar al mundo laboral no es alternativa el no estudiar. Esto es algo que está latente en la sociedad que está evolucionando hacia un camino donde el conocimiento es básico, y los analfabetos del futuro serán las personas que hoy opten por no profesionalizarse y obtener un título. Pienso que en un futuro no muy lejano no va a haber empleo para las personas que no tienen formación. Soy así de enfático en este aspecto.

- ¿En el fondo, se trata de una inversión en uno mismo para poder enfrentar de mejor manera desafíos profesionales?

Estudiar y perfeccionarse nunca va a ser una inversión en vano, y creo que no existe inversión que tenga mayor rentabilidad que la educación. Tampoco existe edad para estudiar, eso es un mito.

- Usted ha señalado que debemos adaptarnos para nuevas formas de trabajo. ¿Cuál ha sido su experiencia?

Es un poco triste este aspecto. Yo partí mi vida laboral en la Mitsubichi, en Noruega. Trabajaba en la industria petrolera. Yo vi paulatinamente como la empresa me obligaba a automatizar procesos, a perfeccionar y dejar que los sistemas se hicieran cargo. Posteriormente, trabajé en la industria minera en Chile, y ese proceso, si bien iba más lento, también iba evolucionando rápidamente. Hoy trabajo en Amazon, una de las empresas más innovadoras a nivel mundial, soy gerente de gestión de cadena de suministro y de mejoras continuas. Contamos con bodegas y si antes contratábamos 300, 400 personas, hoy son operadas por 30 personas, porque está todo robotizado. Es decir, hoy no existe empleo para personas que no cuentan con una formación. Y las personas que trabajan en estos lugares tienen altos sueldos, pero porque saben manejar robots y operar sistemas.

- ¿Cree que nuestro país avanza rápido hacia esa dirección?

Si bien las personas pueden pensar que Chile está lejos de eso, no es así. Una vez que la tecnología de estos lugares se vuelva muy barata, también va a llegar a Chile, y se van a eliminar muchos empleos, y van a requerir otros nuevos. No van a reemplazar a los humanos, pero si nos hacen trabajar de una forma distinta. Y para eso tienen que preparase, para esta revolución tecnológica.

- Considerando este mundo laboral que impone la tecnología, ¿a dónde cree que se debe apuntar para elegir qué seguir estudiando?

Hoy día un elemento fundamental es la informática, entender la computación. No entender cómo funcionan los sistemas RP, o los sistemas de inteligencia artificial, lo hace a uno un analfabeto del futuro. Estos sistemas son los que nos van a hacer comprar de una determinada manera, los vehículos no van a ser conducidos por seres humanos. Es decir, nos tenemos que perfeccionar en cómo el mundo va a evolucionar y en cómo vamos a enfrentar la realidad y la tecnología. Por ejemplo, el dinero en efectivo ya no va a ser una realidad y, por lo tanto, los cajeros no van a existir en los bancos, todo se hará vía transferencia electrónica. Esta tendencia se ve hace mucho tiempo. Entonces, si una persona quiere estudiar para ser cajero, tiene los días contados. Porque hay países como Dinamarca que ya decidieron sacar el dinero físico de circulación. Tenemos que estar estudiando cómo se mueve la economía hoy, cómo va la tecnología avanzando.

- ¿Es mucho el sacrificio que implica el estudiar y trabajar?

A veces esa es una excusa que se autoimpone la gente para no hacerlo. Es que lisa y llanamente, si no hacen el sacrificio hoy, ese sacrificio lo va a pagar su familia mañana. Porque el mundo seguirá evolucionando, no va detenerse, solamente va a seguir cambiando a una velocidad más alta, porque la revolución tecnológica es una realidad hoy día. Internet nos ha hecho cambiar completamente la forma de vivir y eso es algo que hay que tener presente. Pero, además, esos adultos que hoy día tienen niños, si no quieren perfeccionarse se van a dar cuenta que sus hijos a los 12 o 13 años van a saber más que ellos. Y eso va a ser una pena, porque no van a tener como guiarlos ni educarlos.

- ¿Y qué beneficios ha alcanzado usted, en lo personal, en este camino de educación continua que ha seguido?

Partamos por lo más básico, que es lo económico, la retribución es inmediata. La rentabilidad de estudiar es muy alta. Ahora, no hay manera más rentable de estudiar y aprender, que estudiar y trabajar. Porque yo aplico de inmediato lo que aprendo. Y así voy descartando lo que me sirve y lo que no me sirve. Segundo, y este es un aspecto que llevo en la vida, es que saber y entender el mundo le permite a uno dormir tranquilo. Yo siempre le digo a mi esposa, nos pueden quitar la casa, todo, pero mi educación no se va a ir nunca.

- ¿Cómo logró usted llegar al MIT, una institución de prestigio mundial?

Yo no me considero una persona brillante, si disciplinado, soy perseverante. Y llegué al MIT como una escalera. Mi primer peldaño fue mis estudios en Suecia, mi segundo peldaño fue en la UNAP, y así fui escalando lentamente. Y cuando me di cuenta que contaba con hábitos de estudio, decidí hacer el esfuerzo y decir mi próxima meta es llegar a un nivel donde yo me puedo demostrar a mi mismo qué tan lejos puedo llegar. Pienso que toda persona no conoce su verdadera capacidad hasta que se esfuerza al máximo. Y ahí encontré esta universidad de elite. Estaba Harvard, MIT, Berkeley, Cal-Tec, Stanford, y según la forma de ver de estos economistas me interesaba más la mirada del MIT y decidí en ese minuto que esa iba a ser mi nueva casa de estudios, y Dios me permitió llegar ahí.

Javier se graduará en el MIT el próximo 9 de junio de 2017. Ahora está preparando su tesis de grado, la cual hará en una empresa norteamericana que está haciendo una operación en Chile en paneles solares y cómo optimizar y extraer valor a la energía renovable.

Con su corazón puesto en la posibilidad de un pronto retorno a Chile, es claro que este joven sigue creciendo y tomando las oportunidades que gracias a su preparación puede alcanzar. Su camino está lejos de concluir.