Definen conflictos e integración que experimentan cuatro barrios migrantes

Exponiendo las caracterizaciones, que tuvo cada uno de los espacios estudiados, los investigadores del Instituto de Estudios Internacionales (INTE-UNAP), presentaron los resultados del proyecto "Convivencia, conflicto e integración: Relaciones Sociales Interétnicas a nivel Barrial en Iquique y Santiago de Chile", realizado bajo un Fondo Nacional de Seguridad Pública, perteneciente a la subsecretaría de Prevención del Delito.

La actividad, realizada en la sala de Videoconferencias del INTE, permitió que toda la comunidad, conociera el trabajo generado en los barrios Boliviano de Iquique, Renacer de Alto Hospicio, Los Nogales de Estación Central y Yungay de Santiago, determinando así la interacción entre población migrante y los vecinos.

La doctora Sandra Leiva, quien trabajó el Barrio Yungay de Santiago, explicó que este espacio, constituido a comienzos de la república y que por largo tiempo acogió a la intelectualidad de la capital, hoy cuenta con la presencia de migrantes peruanos, bolivianos, colombianos, venezolanos y haitianos.
Precisó que en el caso de esta última población, su presencia no es permanente, es decir de paso, ligados al servicio de ayuda parroquial, que presta la Iglesia Católica en ese espacio, complementando que no existen mecanismos institucionalizados de resolución de conflictos entre vecinos y que crece la estigmatización.

Por su parte, Ingrid Breton, encargada de desarrollar el trabajo en el Barrio Los Nogales, contextualizó que este lugar, fue fundado en 1947 y es sindicada como la primera "población callampa" de Chile y que pese a su constitución como toma, el uso público que realizan las personas extranjeras, es percibido como una apropiación.

Jean Baptist Markensson, profesional y dirigente haitiano, que participó en el proyecto, indicó que la presencia de migrantes de su país en Chile, se gesta por una serie de factores, como al apoyo al control de la guerra civil y rol clave que cumplió nuestra nación en la Misión de Estabilización de la Naciones Unidas (Minustah). Indicó que desde su país, se crea una "esperanza imaginaria", sobre el éxito que pueden lograr los residentes haitianos en Chile, provocando así la llegada de más centroamericanos.

Mientras que la doctora Marcela Tapia, abordó el conflicto en el denominado "barrio boliviano", explicando que este concepto, obedece a una construcción, que representa a las juntas de vecinos Plaza Arica y Cerro La Cruz y que este espacio representa una zona de vivienda degradada, donde surge una convivencia interétnica, marcado por la inseguridad y la delincuencia, que experimenta la población extranjera, que comercia.

Finalmente, la doctora Nanette Liberona, estudió la interacción en el sector de La Pampa, en Alto Hospicio, en especial en el sector del campamento Renacer, donde habitan más de 210 familias, de las cuales, dos tercios corresponden a población migrante. La especialista indicó que, en este espacio destaca la buena convivencia, pero existe la disputa por la vivienda, conflictos por la distribución del agua y la molestia por la intervención de grupos políticos.

Daniel Quinteros, director del proyecto e investigador del INTE-UNAP, indicó que tras presentar los resultados en Santiago, correspondió realizarlo a la comunidad en Iquique, plasmando así las 30 entrevistas a actores claves, 39 a vecinos y las más de 400 horas de observación, realizada en los cuatro barrios y que según explicó, buscaba conocer como la migración impactaba la relación vecinal.

Como conclusión general, adujo que los conflictos no están dados por nacionalidad, sino por el acceso a los servicios sociales, es decir el problema surge porque elementos como la salud, no dan abasto por la demanda.