Page 44 - nuestra historia 1 plana

Década del 70

$FWRGH&HOHEUDFLµQGH)LHVWDV3DWULDVHQHOORFDOGH Tiempos Difíciles René Schneider, en una escalada de enfrentamientos y, en que
calle Serrano de la Sede Iquique, 1974. Iquique en 1970 contaba con 64.977 habitantes, los que dependían el presidente Allende tratará de llevar adelante la Vía Chilena
)RWRJUDI¯D8GH&KLOH6HGH,TXLTXHD³RVVV económicamente, de modo principal, de una siempre fluctuante al Socialismo, encontrando obstáculos, principalmente en una
industria pesquera, en que sólo oficina Victoria continuaba espiral de violencia física, comunicacional y económica, donde
50 produciendo salitre, con severos problemas para cubrir sus costes nuevos hitos son el asesinato del ex ministro Pérez Zujovic y los
operativos, lo que la llevará a cerrar definitivamente en 1979. atentados de la Vanguardia de Oposición del Pueblo (VOP).
La ciudad buscaba mirar al mar, al desarrollo industrial y del El quiebre se ve venir. Pareciera que el ya tenue poder, el
turismo, en nuevas perspectivas, que incluían largos anhelos de idealismo persistente le mantuvieran fuertes, como los discursos
conexión con Bolivia y otros países de la subregión, a los sistemas y proclamas, pero no, el país está desgastado, más dividido de lo
francos, que comenzarán a operar en plenitud desde 1975, evidente y se verá severamente golpeado, en todos sus sectores
creando la metamorfosis del Iquique pálido, modesto, donde las y áreas, como por supuesto y mucho, en las universidades. Es el
importaciones y reexportaciones traerán inversión, nuevas razas quiebre de la democracia en Chile y la instauración de un Régimen
y nacionalidades, que devuelven algo de aquellos cosmopolitas Militar, que devolverá a un país transformado, dolido, pero que
tiempos del auge salitrero. debe rehacerse en sus instituciones y hacer la paz consigo mismo,
en una fase que, hasta hoy separa a los chilenos.
En el plano político - social, ya desde
fines de los sesenta, la sociedad chilena
venía polarizándose, debilitando el centro
político que le había permitido ser un país
estable, en cuanto a las fortalezas de sus
instituciones y sentido democrático. Los
setentas, se tornan inquietantes, incluso
desde antes de la asunción del gobierno de
la Unidad Popular, con todas las secuelas de
la Guerra Fría, de la Revolución Cubana, de
un mundo dividido por muros e ideologías.
En el país, el accionar de grupos cada vez
más radicalizados, con hechos como el
fallido secuestro y asesinato del general