En el contexto de iniciativa desarrollada por la UNAP

Con gran éxito se realizó presentación a educadores de lengua y cultura aymara de la obra Cosmoandina para fortalecer su identidad

Eugenia Guzmán Vera
5 de junio 2024
Casa Central - Iquique

En el marco del proyecto “Programa de mujeres y niñeces indígenas, transformando entornos” de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Arturo Prat (UNAP), en alianza con el Programa para el Empoderamiento de Mujeres Indígenas Originarias y ONU Mujeres, se está desarrollando la Escuela de Pedagogía Teatral, una iniciativa dirigida a Educadores de Lengua y Cultura Aymara, así lo informó la Directora del proyecto, académica e investigadora, Verónica Apablaza.

“Esta Escuela de Pedagogía Teatral comenzó su segundo módulo con la presentación gratuita en el Salón Tarapacá de la obra “Cosmoandina” de la Compañía “La Pacha Teatro”, instancia que estuvo en esta ocasión dirigida tanto a Educadoras de Lengua y Cultura Aymara, como a sus familias”. De esta manera, la idea era motivar y provocar en las educadoras tradicionales y quienes las acompañaban una reflexión acerca de su identidad, respecto a cómo también han vivido el mismo proceso, derribando barreras de discriminación para llegar a ser profesionales. No hay que olvidar que las educadoras tradicionales salieron de sus comunidades, incorporándose a un sistema educativo que hoy las reconoce por el dominio de su lengua, y que, gracias a esa lengua y cultura ancestral, están impartiendo clases en jardines infantiles y en escuelas”.

Afirmó la profesional que la obra recorre la historia de una mujer Andina que desde su niñez hasta su adultez ha vivido en la cordillera. En un mundo donde ha sufrido de discriminación, marginación en una ambientación que tiene que ver con el contexto natural. Así el personaje de Sisa Trinidad Mollo Mamani, relata toda una vida natural desde su cultura originaria, transitando por sus memorias de niña junto a su abuela y los primeros conocimientos del mundo andino.

Frente al relato que da cuenta de su experiencia siendo una mujer andina en la ciudad y luego su vejez y retorno a la tierra donde creció, Apablaza destacó que esta es la historia de muchas personas del norte de Chile, mostrando y rescatando el cómo viven y piensan los pueblos originarios.

En la oportunidad, Nieves Marca, Educadora de Lengua y Cultura Aymara, destacó que la obra era un fiel reflejo del mundo andino “Esta actividad me pareció muy significante, ya que revitaliza nuestra lengua originaria, y lo mismo ocurrió también con muchas cuyayas que cuando terminó la obra comentaron que las vivencias que se mostraron eran las suyas. Yo me identifiqué porque crecí en el campo, pasteando mis ganaditos que nos daban la carne yvestimenta. Además, se representó la valoración de todo lo nuestro, como es el caso de los animales, del sol y otros elementos como el Mallku que es nuestro Condor que representa a los hombres y los cerros, además de las mujeres que representan a la madre tierra. Vi también la importancia de la medicina ancestral, algo que viví presencialmente durante mi vida en el interior”.

Asimismo, la educadora, felicitó a quienes dieron vida a la obra por su pertinencia y ser un fiel reflejo de la realidad “Me imagino que todo ese trabajo se hizo en equipo, práctica que también es parte de nuestra forma de hacer las cosas, de nuestros ancestros, donde lo importante siempre era ayudarse unos a otros.  Así hoy trabajo para ti y mañana trabajas para mí, realmente fue todo muy significativo”.

PEDAGOGIA TEATRAL

La Escuela de Pedagogía Teatral considera 3 módulos, el primero fue Expresión y Corporalidad, a cargo del profesor Jesús Zuleta y los otros dos módulos están a cargo de la profesora Marisol Salgado. El segundo módulo tiene que ver con Pedagogía teatral y el tercer módulo es de Oralidad y Narración.

“Queremos que las educadoras tradicionales desarrollen habilidades para incorporar la pedagogía teatral dentro de su estrategia de enseñanza, por lo esta experiencia fue maravillosa y llena de emocionalidad, ya que les hizo mucho sentido, posibilitando que después subieran al escenario y exploraran la escenografía, elaborada y tejida completamente por mujeres indígena. Se generó un conversatorio en torno a los elementos culturales, lingüísticos y en general ancestrales que surgieron en la obra. Esta instancia fue motivadora de creación, de descubrimiento de todo lo pueden hacer y de que todo es posible si nos esforzamos y seguimos nuestras metas”, sostuvo la directora del proyecto de la UNAP.

Finalmente, la profesional recalcó que se desea fortalecer también los entornos de estas mujeres indígenas y por eso, por ejemplo, se está trabajando con niños y niñas en la Escuela del Musica Ancestral. “Son hijos, sobrinos, nietos de estas mismas educadoras que van a tomar clases de música ancestral.  También estamos trabajando con 46 jóvenes indígenas en lo que es el Propedéutico UNAP y que desean continuar sus estudios. Estamos así abriendo espacios y entregando oportunidades innovadoras, a través de distintas iniciativas no solo a estas mujeres indígenas, sino a quienes son parte de su entorno, aportando al desarrollo sustentable de sus comunidades y territorios al valorar su cultura y todo lo que pueden aportar al desarrollo de nuestra sociedad”.


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